Relato #02 / UN EXTRAÑO BAJO LA REGADERA


Un día estaba caminando hacia mi casa cuando un tipo me dijo que lo acompañe a ayudar a empujar su carro que se había quedado atascado en media carretera, y como no había nadie más por ahí pues decidí acompañarlo aunque con mucha precaución le mande mi ubicación a un amigo.

No supe cómo, pero acabé en el asiento del piloto intentando hacer andar al coche mientras este tipo empujaba desde atrás. Mientras yo lo miraba desde el espejo retrovisor, no se veía nada mal, era mayor, traía una barba de 3 días y la camisa abierta que dejaba ver los vellos de su pecho peludo y sudado. Al poco rato el auto respondió y el tipo me ofreció llevarme a mi casa como agradecimiento.

Durante el trayecto me preguntaba cosas básicas y le expliqué que yo vivía con un amigo, que estudiaba la carrera de derecho y que no tenía novia.

Cuando llegamos a la entrada de la vecindad en donde yo vivía se me ocurrió la idea de invitarlo a pasar a la casa. El acepta con una media sonrisa porque le dije que necesitaba arreglar un foco del techo y que sería una buena forma de compensar la ayuda que le di.

Cuando llegamos al departamento, vi que mi amigo estaba haciendo la tarea con otros compañeros. Se los presento y le digo que vamos a pasar al pasillo que da al baño para arreglar algo. Ya estando en el pasillo el tipo me pregunta cual foco está malo, pero al checar los focos estaban bien (obviamente) y me hice el wey, de que "pues quien sabe que pasó, en la mañana no funcionaban".

Pero estaba en eso cuando de repente me mira y sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. El se acerca para probar el aparador y comprobar que en verdad si funcionaban. Pero se quedó ahí muy cerca de mi y me acorraló entre sus brazos. Yo podía oler su aroma de macho revuelto con su colonia y olor a la grasa del carro. Mientras me miraba y sonreía. Tenía unos bonitos ojos y los labios muy finos. 


No lo pensé mucho y me lancé a querer besarlo pero él aleja la cara, me quedo en shock, casi lo empujo pero me besa y siento su barba me rozaba la cara, sus besos eran descontrolados, nuestros dientes chocaban y podía sentir su aliento tibio con olor a cerveza porque gemía al besar.

Empieza a manosear mi culo por encima del pantalón y yo toco su bulto y sentí esa verga muy dura. Luego de besarnos tenía los labios muy húmedos y los míos también muy hinchados. Luego me dijo "como me gustaría ver esos labios bonitos que tiene, sobre mi verga" y se saca la verga: estaba muy parada, bien proporcionada, se le marcaban unas venas y era muy gruesa, como un buen plátano macho que crecía de entre una selva de vellos mojado por el precúm. 

El tipo me volvió a besar y me acariciaba la cabeza por la nuca mientras me dijo: "¿Querías que te devolviera el favor, no?. Pues ahí te lo devuelvo, voy a dejar que seas el primer putito en comérsela”, y haciendo presión en mi nuca hizo que yo me acuclilló y quedé a nivel de su verga.

Lo primero que hice fue absorber con los labios ese líquido delicioso que salía del glande. Luego se la chupé.  El gemía mientras yo me atragantaba con su verga y sentía cosquillas en la nariz con su vello púbico. Yo lo miraba a los ojos mientras él me sonreía y golpeaba mi cabeza contra la pared con sus embestidas. Creo que los gemidos del tipo alertaron a mi amigo que estaba en la sala con sus compañeros porque escuché que caminaba hacia donde estábamos. Rápidamente me levanté y le dije que se metiera en el baño. Justo llegó mi amigo y preguntaba, le expliqué todo lo del carro y que se estaba bañando porque yo se lo ofrecí. Mi amigo me advirtió que no me tardará porque iban a pedir pizza y era incómodo tener a un extraño en el departamento.

Cuando mi amigo se fue, escuchó que de verdad el wey se estaba bañando. Entro y me lo encuentro totalmente desnudo bajo la regadera, me sonríe y dice: "no tengo mucho tiempo, encuérate y vente aquí bajo el agua, con el sonido de la regadera no nos van a oír". Eso me calentó mucho e hice lo que me había pedido y entre bajo el chorro con ayuda de su mano, como una princesa me sentí. 

Con el agua recorriendo nuestros cuerpos hizo que se la chupe otra vez y aprovechando me lavo el culo y metió sus dedos. Yo era abiertamente gay y vivía mi sexualidad, así que me dilate en un dos por tres. El me decía: "me gusta como te abres a tu macho, mi culito"

Luego me besó pero esta vez se tomó su tiempo y hasta me acarició la mejilla con amor mientras decía: "no sabes la culiáda que te voy a dar, ya vi que no soy el primero, pero puedo volver a hacer sangrar a mi hembra, quieres que te quite la virginidad?. Yo le dije que sí y me puso de espaldas contra la pared, me nalgueó y comenzó a meterla lentamente. Sus manos acariciaban mis caderas mientras él veía como yo fruncía en entrecejo por la presión de su verga abriéndose paso entre mi esfínter. Cuando estuvo dentro, se detuvo y nos besamos. Pero en eso y que llama mi amigo desde fuera del baño, gritaba mi nombre y que la pizza ya había llegado. 

Entonces el tipo pone su mano sobre mi boca y comienza a taladrarme. Yo gritaba pero no se escuchaba por que tenía la boca tapada, en algún momento le mordí la mano y soberana cachetada que me dio para que me quede callado. Sentía un ardor intenso en el culo, tenía que agarrarme bien de la pared y de la jabonera para que sus embestidas no me hicieran caer al piso. Mientras él me besaba el cuello y gemía muy fuerte. Afuera se escuchaba a mi amigo que gritaba mi nombre una y otra vez, mientras el tipo me cogía sin piedad. No aguanté más y me corrí del gusto. Pero el tipo seguía bombeando hasta que no sentía el ardor en el culo, solo un ligero calor entre las piernas. Al revisar me doy cuenta que era sangre que recorría mis piernas. Me asusté y le pedí que parara, pero él me decía: "es normal mi amor, es la marca de tu macho, nadie tiene derecho de cogerte, solo me falta preñarte, ¿quieres que te preñe?. Su sonrisa de loco y sus ojos desorbitados me calentaron otra vez y yo estaba duro otra vez. Le dije que sí, quería que me preñara.

El tipo me cogió con furia hasta que se vino dentro de mi, cuando se salió se agachó para mirar como salía su semen mezclado con sangre de mi ojete y decía: "eso es, así me gusta, bien marcado por ti dueño, ahora no te me vas a escapar". Acto seguido me beso y nos lavamos rápido porque mi amigo ya había dejado de llamar y no quería que me descubriera ahí.

Cuando el tipo se estaba vistiendo, le pregunto y me dice que se llama Manuel, y le pedí que si le podía quedar con sus boxers, me dice que me los presta pero que va a volver para que se lo devuelva muy pronto. Logré salir del baño sin que mi amigo se diera cuenta y el tipo salió minutos después, bien limpiecito. Mi amigo me dice que invite al extraño a comer pizza, el tipo acepta y convivimos rápido porque me dijo que se tenía que ir porque la esposa lo esperaba.

Cuando salimos a la calle y se mete a su carro me dice: "pues ya sabes, no?, solo yo te puedo coger, no me busques, a ver cuando te veo por ahí en la carretera y te subo a mi coche.

Me sonrió y me hizo un pico con los labios y no dudé en besarlo. Le dije que se cuidara y encendió el motor del carro. Muy sonriente me acarició la mejilla mientras me dijo: "luego vuelvo por mi bóxer mi amor, y a ver si la próxima me presentas a tu amiguito gritón, a ver si grita igual con una riata metida en el culo". Yo solo le sonreí y le dije que mi amigo era hetero. Él me contestó: "¿me estás jodiendo? Si a leguas se ve que le gusta que se lo cojan".

Al final, arrancó y aceleró el carro hasta desaparecer de la vista por la carretera. No podía creer que me había cogido a un desconocido. No creía que me volviera a buscar, solo disfrutaba jalármela con su bóxer sucio. Hasta que un día mi amigo me contó que había visto a un tipo barbón cruzar por la carretera y que le había saludado y sonreído. Pero nunca se pudo concretar nada porque me tuve que mudar por razones personales y nunca supe nada más de aquel desconocido que me rompió el culo bajo la regadera.


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